Cómo elegir colchones para niños

Firmeza Alta

Es importantísimo ofrecerles a los pequeños un colchón con una firmeza alta, pero que tenga una buena adaptabilidad, sobre todo en la zona de la cabeza, que evite el riesgo de plagiocefalia postural, que es la que se produce cuando el bebé pasa demasiado tiempo con la cabeza tumbada hacia un lado, en un colchón excesivamente firme.

Máxima higiene

Cuando los bebés son muy pequeños son propensos a sufrir escapes inesperados del pañal o de vomitar sobre el colchón. Por ello es de máxima importancia poder limpiar con facilidad la superficie de descanso. Lo ideal, es el uso de colchones desenfundables, cuya funda sea muy transpirable y lavable en lavadora.

Muy Frescos y Transpirables

En esta etapa es indispensable contar con un colchón anti-asfixia, que son aquellos que no crean efecto molde en la cabeza del bebé y están preparado para que, incluso en el caso de que se produzca la situación anteriormente descrita, el bebé pueda respirar fácilmente, hasta que un adulto pueda cambiarlo de posición a una más segura.

Máxima seguridad

Los bebés no tienen percepción del riesgo, y sus movimientos y comportamientos son en la mayoría de los casos impredecibles. Por ello es importante que el sistema de descanso que se elija, esté diseñado para que el bebé duerma siempre en la parte central del colchón, de manera segura.

Colchón de transición de cuna a cama de mayores

Muchos niños, a partir de los 2 años, por sus condiciones de movilidad y madurez, están preparados para dar el paso a la ‘cama de mayores’. Una buena solución en estos casos es adquirir un colchón de transición que tenga en cuenta estos factores para hacer más fácil el paso de cuna a cama.

Nivel de Firmeza Alta

En esta etapa del crecimiento, es importante contar con un colchón de firmeza alta, que se adapte a cada parte del cuerpo, ofreciendo un buen nivel de confort que favorezca un adecuado alineamiento de la columna.

Máxima transpiración

Los más pequeños de la casa tienen una intensa actividad diaria y su metabolismo funciona muy rápidamente. Ofrecerles colchones cuyos materiales sean muy transpirables resulta fundamental para mejorar su calidad de descanso, sobre todo durante los meses más calurosos del año.

Colchones desenfundables

Durante toda la vida útil que dura un colchón, son muchos los ácaros que se acumulan sobre su superficie. Elegir un colchón para niños desenfundable, con fundas lavables en lavadora, es una opción muy saludable e higiénica, que facilitará las labores de limpieza del colchón.

Firmeza adaptada a cada etapa del crecimiento:

Esto es debido a que los niños de los 10 a los 16 años, cambian mucho más rápido que la gran mayoría de los adultos. Esta rápida variación en su fisonomía, exige que el colchón debe adaptarse a cada una de estas etapas, ofreciendo en todo momento, el mejor apoyo posible para su espalda.

Máximo confort

Una buena solución para satisfacer este requisito, y para sacar el máximo beneficio a la vida útil de tu colchón juvenil, es buscar colchones evolutivos o ‘multi-etapas’, con acolchados diferenciados para cada etapa, capaces de adaptarse a las necesidades de confort de distintas fases del crecimiento.

Alta transpirabilidad

En la adolescencia y pubertad, los cambios hormonales pueden provocar exceso de sudoración nocturna si no se utilizan materiales muy transpirables. Contar con colchones fabricados con materiales muy transpirables que permitan una buena ventilación en la superficie de descanso resulta esencial para conseguir la máxima calidad de descanso durante sus horas de sueño.

Colchones con fundas lavables

La higiene en el descanso de nuevo juega un papel esencial en la adolescencia. Por ello, utilizar un colchón que permita el lavado de sus fundas en lavadora, para una total higienización de la superficie de descanso, es muy importante, para mantener el colchón en condiciones óptimas, por más tiempo.