A veces no importa cuantas técnicas y métodos usemos, no podemos dormir. Has probado con la melatoina, la respiración, la meditación, y hasta la técnica de la escalera. Y sigues sin pegar ojo. Hoy os traemos algunas técnicas para dormir rápido por convencionales.
Técnicas para dormir rápido diferentes
Vete de acampada
Ir de acampada no solo es divertido. Dormir bajo las estrellas te conecta con la naturaleza y ayuda a tu cuerpo a regular el ciclo de sueño conforme a la noche y el día.
El ritmo circadiano se basa en la exposición a la luz del sol para regularse. Cuando estás en la naturaleza, el cuerpo se alinea con el ritmo del sol. Te levantarás antes por la mañana y tendrás ganas de dormir también antes pro la noche. Por supuesto, queda totalmente prohibido cualquier tipo de dispositivo electrónico, o al menos tenerlos cerca a la hora de descansar.
Así que si estas pasando una época en la que te cuesta dormir, llama algunos amigos e idos de acampada. Algunos juegos de cartas y un poco de música serán suficientes para permitir que tu ciclo de sueño se resetee.
Si eres de los que les cuesta dormir estando de acampada, recuerda que puedes utilizar un topper viscoelástico como colchón.
Rétate a mantenerte despierto
Puede sonar extraño, pero tratar de no quedarse dormido puede ayudarte a dormir mejor. ¿Cómo puede ser? Nuestro cerebro trabaja de formas a veces un poco incomprensibles. Si te dices a ti mismo «no quiero ver manzana", tu cerebro te mostrará infinidad de imágenes de manzanas. Con el sueño pasa algo parecido llamado la paradoja del sueño.
Para conseguirlo, simplemente trata de mantenerte despierto. Piensa en tu día, lee un poco, relájate… pero siempre intentando no quedarte dormido. Y en poco tiempo notarás cómo el sopor te invade y no podrás permanecer despierto mucho más.
Esconde los relojes
No te preocupes por el tiempo. Mirar el reloj continuamente es una de las causas que impiden dormir a muchas personas. Cuando esperábamos dormir a una hora y vemos que no lo conseguimos, nos estresamos, y aún será más difícil dormir. Aparta los relojes de tu cama y descansa.
Cuéntate un cuento
Si para los niños es efectivo contarles un cuento al ir a la cama, ¿por qué no va a funcionar con adultos? Coge un libro de ficción del género que te guste y lee un rato. Evita los libros de no ficción, ya que ponen tu cerebro a trabajar.
Haz el pino
Cuando hacemos el pino, la sangre se ve forzada a circular por las glándulas principales situadas en nuestra cabeza. El hipotálamo y la glándula pituitaria, que son las que controlan el resto de glándulas en el cuerpo. Además, también conseguirás desintoxicar y limpiar las glándulas suprarrenales, que nos ayudará a pensar de forma más positiva y a estar más animados. A medida que tu mente se sienta más tranquila, te sentirás más relajado y te resultará más fácil dormir.
Inhala por el lado izquierdo de tu nariz
Ya hemos hablado en muchas ocasiones de la importancia de la respiración y sus efectos positivos.
Pon tu dedo en el lado derecho de tu nariz impidiendo que entre aire, e inhala por el lado izquierdo lentamente. En yoga, este lado de la nariz proporciona acceso a la energía Ida que representa la energía de la luna: te ayudará a relajarte y bajar el ritmo.
Por el contrario, el lado derecho de la nariz está asociado a la energía del sol o Pingala, aportando vitalidad y actividad.
Rebobina tu día
Cuando estés en la cama, comienza a repasar tu día desde lo último que has hecho hasta el momento en que te levantaste. Cuando empiezas a crear la historia de tu día escena por escena, la mente se relaja y entra en un estado ideal para dormir.