Saber cómo controlar el estrés está en tus manos. A veces puede parecer que no hay nada que podamos hacer para controlar el estrés. Las facturas nunca dejan de llegar, el día solo tiene veinticuatro horas, y las responsabilidades en el trabajo y en casa parecen no terminar nunca. De hecho, la sola sensación de tener control sobre tu vida hará que tu nivel de estrés disminuya. Controlar el estrés trata de hacerse cargo de la vida, los pensamientos, las emociones y la forma en que afrontamos los problemas. Por muy estresante que tu vida pueda parecer, hay algunas cosas que te ayudarán a aliviar la presión y recuperar el control.
Por qué es importante saber cómo controlar el estrés
Una persona que vive con altos niveles de estrés, está poniendo en riesgo su bienestar. El estrés causa estragos en el equilibrio emocional y en la salud física. Impide que pensemos con claridad y que disfrutemos de la vida.
Un control efectivo del estrés ayuda a romper esas barreras que el propio estrés nos crea. Seremos más felices, estaremos más sanos y seremos más productivos. El objetivo de controlar el estrés e conseguir una vida equilibrada, en la que todo tenga cabida: trabajo, amigos, hobbies, familia y por supuesto, diversión. De esta forma es más fácil conseguir esa resiliencia que nos permite afrontar las situaciones y los problemas con calma y control.
A continuación os damos algunos consejos para empezar a controlar el estrés.
Identifica las causas de tu estrés
Para saber cómo controlar el estrés lo primero que debemos conocer son las causas que nos provocan esa sensación. Puede parecer algo sencillo, pero no lo es tanto. Hay factores fácilmente identificables como el trabajo, una mudanza o incluso un divorcio. Pero las causas de un estrés crónico son más difíciles de identificar. Cada uno de nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos contribuyen de una forma u otra a nuestros niveles de estrés. Por ejemplo, puede que estés estresado por los plazos de entrega de proyectos en tu trabajo. Y quizá el problema no son los plazos, si no que procrastinas lo que te causa estrés.
Para identificar las causas de estrés deberías hacerte algunas peguntas:
- ¿El estrés para ti es algo temporal a pesar de llevar tiempo sin tomarte un descanso?
- ¿Defines el estrés como una parte de tu vida (trabajo o casa) o como una parte de tu personalidad?
- ¿Achacas tu estrés a determinados eventos o personas o lo ves como algo normal y nada excepcional?
La realidad es, que hasta que no aceptes tu responsabilidad en la creación y mantenimiento del estrés, no vas a conseguir controlarlo.
Practica los cuatro pilares de la gestión del estrés
El estrés es una respuesta automática del sistema nervioso a ciertas situaciones. Pero también es cierto que muchas veces conocemos de antemano esas situaciones y cuándo van a ocurrir. Es por tanto un estrés previsible. Sabiendo que tu sistema nervioso va a reaccionar a esa situación, puedes intentar cambiarla o modificar tu respuesta a ella. Aquí te traemos los cuatro aspectos clave sobre cómo controlar el estrés:
- Evita el estrés innecesario: Esto no quiere decir que evites cualquier situación que te provoque estrés, porque muchas de ellas son inevitables. Sin embargo, si te paras a pensar te sorprenderá saber cuántas cosas estresantes e innecesarias hay en tu vida. Aprender a decir no, evitar a las personas que te causan estrés, tomar control de entorno o llevar al día tu lista de tareas. Estarás eliminando gran parte de los aspectos que estresan tu día a día.
- Cambia la situación: Si no puedes evitar una situación de estrés, modifícala. No tengas miedo a expresar tus sentimientos y preocupaciones, siempre de forma respetuosa. Por ejemplo, si tienes mucho trabajo que hacer y un compañero se acerca para charlar, puedes decirle educadamente que solo podrás dedicarle cinco minutos porque tienes mucho trabajo.
- Adáptate: Si no puedes cambiar lo que te produce estrés, tendrás que adaptarte a ellos. Al cambiar tus expectativas y actitud, estarás tomando control de la situación. Para ello, trata de mirar las cosas desde una nueva perspectiva, no centrándote en un solo aspecto. Relativiza, piensa en si esta situación será relevante dentro de un tiempo, seguramente no es tanto como parece.
- Acepta lo que no puedes cambiar: Hay fuentes de estrés que no pueden alterarse. La muerte de un familiar o una crisis económica, por ejemplo. En esos casos, lo mejor es aceptar las cosas tal como viene, aunque a veces no es fácil. No trates de controlar lo incontrolable, en particular el comportamiento de otros. En lugar de eso, trata de controlar tus reacciones a esos agentes estresantes.
Movimiento y descanso
Si estás estresado lo último en lo que estarás pensando es en hacer ejercicio o dormir. Para combatir el estrés, sin embargo, ambas cosas son indispensables. El deporte hace que segreguemos endorfinas, la hormona de la felicidad. Y un buen descanso nos aporta claridad mental. Organiza tu vida, y dedica un rato cada día a moverte. Bailar, pasear, correr… además de quemar calorías, quemarás el estrés.
