El día a día es agotador. Trabajo, estudios, niños, la casa, los amigos…. tenemos tantos frentes abierto que a veces se nos hace difícil llegar a todo. Es una de las razones por las que el descanso es tan importante. Si descansamos bien afrontamos todas esas cosas con mejor humor, más energía y más ganas en general. Hay varias cosas que podemos hacer para descansar bien. Seguir una rutinas adecuadas, alimentarse de forma correcta y asegurarse de adquirir colchones de calidad que nos den un buen soporte durante la noche.
Conseguir un buen descanso
No siempre es fácil descansar adecuadamente. Las preocupaciones, el estrés, los nervios, una cena demasiado copiosa, los niños que no terminan de irse a la cama, un mal equipo de descanso… Los factores que influyen son muchos y variados, por eso debemos hacernos cargo de aquellos que podemos controlar.
Luchar con las preocupaciones
Desde luego que no es algo sencillo. Pero sí es cierto que debemos practicar en dejarla fuera del dormitorio. Si hay algo que te ronda la cabeza y no te deja dormir, considera estas tres opciones:
- Lo que te preocupa es algo pasado: No podrás hacer nada para remediarlo, pero sí aprender de ello. Deja de preocuparte y saca una conclusión clara.
- Lo que te preocupa no tiene solución: O no está en tus manos. Si algo no tiene solución o no podemos hacer nada, no debería preocuparnos. Hay que aceptarlo y seguir.
- Lo que te preocupa tiene solución: Deja de preocuparte y empieza a ocuparte. Toma una decisión sobre cómo vas a afrontar la situación y hazlo. Inmediatamente se terminará la preocupación. Sobre todo no tengas miedo, la mayor parte de las situaciones tienen solución.
La alimentación
Hemos hablado sobre la importancia de la alimentación para dormir adecuadamente en otras ocasiones. Una cena copiosa puede impedir que conciliemos el sueño adecuadamente. Estaremos inquietos y dando vueltas en la cama. Además, al estar tumbados estaremos favoreciendo la aparición de reflujos y ardores. Por si fuera poco, las cenas copiosas tienden a acumularse en forma de depósitos de grasa en nuestro cuerpo, ya que durante la noche el gasto calórico es mucho menor.
El deporte
Todos deberíamos incluir una rutina deportiva diaria en nuestras vidas. Ya sea caminar, ir al gimnasio, andar en bicicleta… Movilizar el organismo hace que nos sintamos mejor y segreguemos endorfinas que nos ayudan a ser más felices, afrontar las dificultades con mejor ánimo y a dormir.
Lo recomendable es realizar deporte por la mañana o lo más alejado posible de la hora de ir a dormir. El cuerpo al ejercitarse se activa, y hay personas que encuentran difícil conciliar el sueño tras haber realizado ejercicio.
Las rutinas
Establecer unas rutinas antes de dormir ayuda al cuerpo a ponerse en «modo noche". Por ejemplo, cenar, tomar una ducha, leer un rato y acostarse. Si sigues ese proceso todos los días, tu cuerpo se acostumbra a entrar en un estado más relajado y predispuesto al sueño.
Además existen técnicas para inducir el sueño que pueden hacer que nos quedemos dormidos rápidamente. La técnica de la escalera o la técnica 4-7-8 dan muy buenos resultados.
El equipo de descanso
Por supuesto, el equipo de descanso es fundamental para dormir adecuadamente. Busca colchones de calidad que unidos a buenas bases, almohadas y ropa de cama te den el soporte ideal para descansar.
Cada uno de nosotros tiene unas necesidades específicas en este sentido. El colchón más caro no tiene por qué ser el mejor para una persona en concreto, lo ideal es consultar con tu experto en descanso. Cuéntale tus características y hábitos a la hora de dormir y él sabrá orientarte.
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No esperes más para tener el descanso ideal, tu vida y tu salud te lo agradecerán.
