Pocas personas se libran hoy en día de padecer estrés de alguna manera. El trabajo, los niños, la casa, las facturas… Vivimos cargados de responsabilidades que hacen que en ocasiones nos veamos sobrepasados. El estrés puede provocar diversos problemas: desde dolores de cabeza a insomnio, afectando a nuestra salud y vida diaria. Por eso es importante conocer distintos métodos de relajación que nos ayuden a sobrellevar esas situaciones que nos generan estrés.
Métodos de relajación sencillos y efectivos
Cuando hablamos de reducir el estrés a menudo pensamos en masajes y otros servicios que muchas veces resultan caros o difíciles de encajar en nuestra rutina diaria. No vamos a negar que acudir a un spa, dejarse mimar o tomarse un fin de semana totalmente libre de responsabilidades son formas geniales de reducir el estrés. Pero no siempre tenemos el tiempo o el dinero para hacerlo. Por eso hoy os traemos algunos métodos de relajación sencillos que podrás practicar en cualquier momento sin necesidad de ningún equipamiento.
Medita
Ya hemos hablado en otras ocasiones de los beneficios que la meditación puede tener para reducir el estrés. Unos pocos minutos al día pueden ayudarte a reducir de forma considerable la ansiedad. Diversos estudios han arrojado que la práctica regular de la meditación transforma la forma de actuar del cerebro frente al estrés, haciéndonos más resistentes a sus efectos.
La técnica es muy simple. Siéntate con la espalda recta y los pies apoyados en el suelo. Cierra los ojos y concéntrate en repetir algún tipo de mantra positivo como «estoy tranquilo", «voy a conseguirlo"… A la vez, coloca tu mano derecha sobre tu abdomen y trata de acompasar la respiración con ese mantra. Deja que cualquier pensamiento que acuda a tu mente se vaya.
Respira hondo
Ante cualquier situación que esté causándote estrés, puedes tomarte un pequeño descanso para respirar. Sentado, cierra los ojos, y con la mano en el estómago, céntrate en inspirar por la nariz profundamente y expirar por la boca. Tienes que sentir cómo la respiración comienza en el abdomen llenando de oxígeno las distintas partes de tu cuerpo.
Las respiraciones profunda ayudan a bajar el ritmo cardíaco y la presión arterial, reduciendo así la sensación de estrés.
Se consciente
A veces basta con parar un poco para reducir el estrés drásticamente. Detente y hazte presente en lo que estás viviendo: cómo el aire roza tu cara, cómo tus pies se apoyan en el suelo, los sonidos que te rodean, saborea cada bocado pensando en ello. En definitiva, se trata de ser consciente de lo que estás viviendo en ese momento prestando atención a aspectos que normalmente pasamos por alto. Cuando enfocas la atención en los sentidos y lo que te transmiten, notarás cómo tu cuerpo y mente se relajan.
Conecta con otros
En una época en la que el mundo digital parece habernos acercado a muchas más personas, hemos dejado de hablar cara a cara con otros. A veces, para manejar el estrés, basta con hablar con otras personas. Comunicar lo que nos preocupa o agobia y compartirlo puede aportarnos además de tranquilidad, otros puntos de vista y soluciones. Y no sirve con un email, hay que hablar, por lo menos por teléfono.
Ríete
La risa es una de las mejores medicinas contra el estrés. Ayuda a reducir los niveles de cortisol, hormona causante del estrés, y a segregar endorfinas, la hormona de la felicidad.
Se agradecido
A veces olvidamos las cosas buenas que hay en nuestras vidas y solo nos enfocamos en los problemas y preocupaciones. Llevar un diario (o varios) donde apuntar todas esas cosas que nos hacen felices y que añaden valor a nuestra vida te ayudará a ser más consciente de todo ello. Reconocer y agradecer todas esas cosas buenas hará que las cosas que nos generan estrés parezcan menos importantes.
Descansa
A veces olvidamos la importancia de un buen descanso. Mientras que el estrés puede provocar que nos cueste dormir, un mal descanso contribuye a alimentar ese estrés. Una mente descansada es una mente más clara y resolutiva, con mayor capacidad de afrontar las distintas situaciones. Pon en tu dormitorio con un buen equipo de descanso y deja los problemas fuera.