Somos muchos los que a la hora de viajar con nuestros bebés recurrimos al uso de una cuna de viaje y para ello es indispensable contar con un buen colchón cuna de viaje. Son cómodas y ligeras, se montan rápidamente y a veces incluyen hasta un cambiador para el pequeño. No es raro optar por una cuna de viaje en casas de vacaciones o cuando el pequeño se queda a dormir en casa de un familiar. Elegir la cuna adecuada es importante, pero más aún es proporcionar la bebé un buen colchón para garantizar un sueño reparador y sobre todo, seguro.
Viajar con un buen colchón cuna de viaje nos ayudará a minimizar los efectos de los cambios de rutina. Hay que recordar que las vacaciones traen consigo cambios de horarios que pueden afectar de manera negativa al sueño del bebé.
Elegir el colchón cuna viaje
Generalmente las cunas de viaje suelen venir con un colchoncillo muy delgado y plegable. Hay que tener una serie de cosas en cuenta a la hora de elegir la cuna y el colchón.
Fondo de la cuna
El fondo de la cuna de viaje ha de ser firme. La cuna debe incluir cuatro patas externas (o dos patas y dos ruedas con freno). Además deberá tener uno o más pies centrales que garanticen un buen soporte.
Tamaño del colchón
Uno de los aspectos más importantes a la hora de adquirir el colchón para la cuna de viaje es el tamaño. Hay que asegurarse de que el colchón se adapta perfectamente a la cuna. De hecho, si vamos a ir a un hotel en el que nos proporcionan una cuna de viaje tendremos que preguntar las medidas. Y ante la duda, lo mejor será llevar nuestra propia cuna para garantizar unas medidas de seguridad mínimas.
El espacio entre la pared de la cuna y el borde del colchón no debe ser mayor de 2 centímetros. Por lo tanto, si tu cuna de viaje no tiene unas medidas estándar tendrás que encargarlo a medida.