El equipo de descanso no solo incluye el colchón. Ademas de éste, hay que pensar en la almohada, la base y la ropa de cama. Todo ello actúa en conjunto y condiciona el nivel de confort. Son varias las elecciones a tomar: el material del colchón, somier o base tapizada, la altura de la almohada… En Colchón Exprés siempre recomendamos consultar tu elección con uno de nuestros expertos en descanso. Ellos podrán recomendarte la mejor opción dadas tus características y preferencias.
Como decíamos, son varias las elecciones a tomar, y entre ellas hay que decidir entre somier o base tapizada. Por lo general damos mucha importancia al colchón y a menudo no adaptamos la base a sus características. Esto es un gran error. En primer lugar, no todos los somieres o bases son adecuados a todos los colchones. Y en segundo lugar, una base inadecuada puede hacer que el mejor colchón del mundo sea incómodo.
Vamos a ver cuáles son las principales ventajas e inconvenientes del somier o base tapizada, para que tú también puedas valorar las opciones antes de elegir.
Somier o base tapizada
Antes de nada, hay que decir que ambos cumplen exactamente la misma función: son el soporte para el colchón. En un principio, los somieres y bases surgieron como forma de mantener los colchones separados del suelo y a salvo de suciedad, humedad y para aislarlos del frío. Hoy en día además, se ha convertido en una pieza indispensable del equipo de descanso porque según la opción elegida, estará aportando firmeza, elasticidad, confort y otras propiedades al conjunto. También, tener la cama elevada hace que sea mucho más sencillo acceder y salir de ella.
Tanto si nos decantamos por un somier o base tapizada, existe la posibilidad de que vayan acoplados a un canapé abatible. Así además conseguiremos aprovechar el espacio bajo la cama como almacenaje extra.
Lo que necesitas saber sobre el somier
Llamamos normalmente somier a la base de láminas. Los somieres de láminas se componen de un bastidor que puede ser de madera o metálico donde se acoplan las láminas de forma transversal mediante las rótulas. La calidad de un somier de láminas vendrá determinada por los materiales con que está fabricado. Para las láminas, lo mejor es la madera de haya vaporizada, por su elasticidad y durabilidad. También las encontramos de otras maderas y de materiales plásticos. En cuanto a las rótulas, dependiendo de la calidad del somier, serán más o menos complejas: las hay articuladas que se adaptan perfectamente a los movimientos de durmiente o fijas.
Este tipo de somieres aportan una gran elasticidad al conjunto, y permiten una ventilación óptima del colchón. Están especialmente recomendados para colchones de látex y otras espumaciones que por su composición precisan una ventilación adecuada y constante. Sin embargo, está desaconsejado el uso de estas bases con colchones de muelles ensacados: Al actuar cada muelle de forma independiente, pueden «colarse" entre las láminas, causando irregularidades en la superficie y un deterioro prematuro del colchón.
Lo que necesitas saber sobre la base tapizada
La base tapizada se trata de un tablero tapizado y montado sobre un bastidor metálico que da un soporte muy firme al colchón. Con una base tapizada estaremos potenciando la firmeza del colchón elegido, por lo que es muy adecuada para personas que necesitan o prefieren un extra de firmeza.
Las bases tapizadas actuales permiten su uso con cualquier tipo de colchón. En el caso de los colchones de látex, debemos asegurarnos de que la base tapizada incorpora conductos para la correcta ventilación del colchón.
Además, en el mercado vamos a encontrar bases tapizadas de muelles, que potencian enormemente la amortiguación del colchón y mejoran su confort, sobre todo para aquellas personas que desean una mayor adaptabilidad en su conjunto de descanso.