Un mal descanso o la alteración de los patrones del sueño pueden provocar un mayor riesgo de sufrir enfermedades como la ansiedad o la obesidad. Según un estudio, hasta un 80% de la población podría sufrir el síndrome de sueño insuficiente, esto es que la población no duerme las horas necesarias. Normalmente esto es debido a las condiciones familiares y sociales de cada persona que llevan a que duerma menos horas de las que en realidad necesita.
La falta de sueño es algo frecuente entre la población hoy en día, no es una patología pero si hay que estar atento y alarmarse cuando afecta a nuestra calidad de vida, a nuestro estado de ánimo, a la capacidad de realizar las tareas cotidianas y a nuestra concentración.
Consecuencias de un mal descanso
Estos son algunos problemas que ocasiona la falta de sueño y el mal descanso nocturno:
Mayor riesgo de accidentes
Al no descansar como es debido, podemos sufrir accidentes de tráfico y laborales ya que no estamos lo suficientemente atentos al trabajo. Muchos de los accidentes de tráfico se producen por la falta de descanso del conductor.
Problemas de crecimiento
La hormona del crecimiento se libera por la noche, por eso en edades infantiles y adolescentes es vital que tener un correcto descanso durante la noche.
Obesidad
La obesidad favorece la apnea del sueño y la fragmentación del mismo, se tiene más riesgo a sufrir diabetes, lo que conlleva a sufrir obesidad.
Hipertiroidismo, apnea y asma
Estas enfermedades alteran el sueño. Ciertos medicamentos contra el asma provocan alteraciones en el descanso y la anemia puede desencadenar en el síndrome de piernas inquietas.
Estrés
Si estás estresado duermes mal y un descanso insuficiente favorece la aparición de estrés, por lo que estaremos alimentando ese estrés y empeorándolo cada día.
El sueño limpia la memoria a corto plazo y deja espacio para más información. Se ha demostrado que una noche sin dormir reduce la capacidad de asimilar conocimientos en un 40%, además la memoria se vuelve más lenta y menos precisa. El sueño es esencial para la vida y es la base de numerosas funciones fisiológicas y psicológicas. Aunque no todas las personas adultas necesitan las mismas horas de descanso, los expertos recomiendan dormir al menos 7 horas por la noche de forma continuada, lo contrario podría tener consecuencias negativas para nuestro organismo y nuestro cerebro.
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