Estamos en plena operación bikini y sabemos bien que todo lo que ayude a nuestro objetivo de perder peso es bien agradecido. Si además es algo tan sencillo como preocuparnos por tener un descanso reparador y de calidad, mejor.
Nunca hubiéramos pensado que la calidad de nuestro descanso influyera en nuestros hábitos alimenticios, pero los últimos estudios demuestran que aquellas personas que duermen menos o peor, tienen una predilección a elegir comida menos sana que el resto.
Algo muy habitual es que aquellas personas con falta de sueño, lo primero que hacen nada más despertarse es buscar una fuente de comida, normalmente más calórica de lo recomendable. Los participantes del estudio observaron fotos de comida mientras su actividad cerebral estaba siendo monitorizada, y aquellos que tenían falta de sueño buscaba con su cerebro una mayor recompensa mientras ocurría todo lo contrario en aquellos durmientes que habían tenido un buen descanso.
En anteriores post hemos comentado la capacidad de quemar grasa de nuestro cuerpo durante las horas de sueño, y de como el dormir podía evitar sensaciones de hambre que son tan difíciles de combatir en cualquier dieta. Ahora también vemos que nuestro descanso influye en como actúa nuestro cerebro a la hora de elegir que comida nos apetece más.
En toda dieta lo más importante es conseguir un buen descanso, y por descontado que con unos buenos hábitos alimenticios conseguiremos un mejor descanso.
Ahora cada vez que te veas con ganas de comer comida basura o dulce en exceso pregúntate ¿Que tal he dormido hoy?