La llegada de un nuevo miembro a la familia siempre supone una pequeña revolución. Cambian las costumbres, los horarios, las rutinas y hasta el mobiliario. Puede llegar a abrumarnos la cantidad de objetos y equipamiento que el nacimiento de un bebé trae consigo. Por eso, si podemos prescindir de algunos o adquirir equipamiento con más de una función, además de suponer un ahorro económico, también lo será en espacio. Uno de los muebles más importantes que adquirimos ante la llegada de un bebé es la cuna. Pero antes de que el pequeño duerma en ella, lo habitual es utilizar una minicuna, que es más fácil de desplazar por la casa para mantener al bebé siempre a la vista. Los fabricantes de cunas saben esto, y también saben que en muchos hogares hay problemas de espacio. Por eso, cada vez es más habitual elegir una minicuna convertible en cuna que acompañará a nuestro pequeño desde el nacimiento hasta el paso a la cama «de mayor".
Si bien la minicuna o cuna elegida para nuestro bebé es importante en cuanto a seguridad, lo fundamental es escoger un colchón adecuado. Los bebés necesitan un apoyo correcto y un entorno seguro en el que dormir. Usar el colchón adecuado disminuye las posibilidades de aparición del síndrome de muerte súbita, entre otros. Por eso, nunca subestimes la importancia del colchón. Lo ideal sería adquirir un colchón nuevo para el bebé, es mejor olvidarse de colchones heredados y usados que pueden tener deformidades y suciedad incrustada.
Minicuna convertible en cuna
Como su propio nombre indica, una minicuna convertible en cuna es exactamente eso, una minicuna que crece con el bebé hasta convertirse en una cuna. Existen en el mercado diferentes modelos entre los que podemos elegir para adecuarlo al estilo del dormitorio del pequeño y nuestras preferencias.
Hay ciertas características que debemos buscar en las minicunas convertibles en cuna para asegurar la funcionalidad y la seguridad.
Solidez
Cuando los bebés nacen, no parece muy importante ni necesario que estén rodeados por una estructura rígida de barrotes. Pero a medida que crecen, son cada vez más fuertes y autónomos, y poco a poco consiguen incorporarse hasta ponerse de pie en la cuna. Por eso, si estamos pensando en adquirir una minicuna convertible en cuna hay que pensar a largo plazo. Lo previsible es que nuestro bebé duerma en su cuna hasta casi los dos años. Y con dos años, los niños además de tener ya una fuerza considerable, son auténticos escapistas y escaladores. Por eso, la minicuna convertible en cuna elegida ha de ser muy sólida y robusta.
Segura
Con los bebés, sobre todo cuando ya se desplazan por si solos, hay que tener todas la precauciones posibles. Por eso, es fundamental adquirir mobiliario que haya pasado todos los controles y requisitos de calidad y seguridad actuales. Par asegurarte de que el mobiliario que adquieres cuenta con todas las homologaciones, acude siempre a vendedores autorizados y fiables. También puedes pedir en la tienda las certificaciones que todo el mobiliario infantil ha de tener.
Atención al colchón
Uno de los problemas que nos podemos encontrar al adquirir una minicuna convertible en cuna es el colchón. Seguramente la medida necesaria no sea ninguna de las habituales. A menudo, estas minicunas convertibles traen consigo los colchones a la medida. Pero, como decíamos al principio, el colchón es una de las partes más importantes de la minicuna o cuna del bebé. Hemos de asegurarnos de que además de ser un soporte adecuado a sus pequeños cuerpos en crecimiento, sean seguros, transpirables e higiénicos.
En Colchón Exprés disponemos de diferentes medidas de colchón para minicunas y cunas. Además, existe la posibilidad de hacer los colchones a la medida para que encaje perfectamente y tu bebé descanse seguro.