Hoy en día el descanso no puede concebirse sin la espuma viscoleástica o Memory Foam. Esto no siempre ha sido así, ya que se trata de un material relativamente nuevo que lleva unos cuantos años utilizándose en la fabricación de colchones y accesorios de descanso.
El memory foam o material viscoelástico se compone fundamentalmente de poliuretano y otras sustancias químicas que incrementan su viscosidad y densidad. En ocasiones se denomina espuma de poliuretano de baja resiliencia. El poliuretano de mayor densidad reacciona a la temperatura corporal, haciendo que se adapte a las formas del cuerpo en unos minutos. Las espumas viscoelásticas que se fabricam hoy en día tienen la capacidad de recuperar rápidamente su forma original.
La historia del memory foam
El memory foam o espuma viscoelástica fue desarrollado en 1966 como parte del programa espacial de la NASA. El objetivo era mejorar la seguridad de los cojines de las naves espaciales. Chiharu Kubokawa y Charles A. Yost de la empresa Stencel Aero Engineering Corporation fueron los mayores impulsores del proyecto. El memory termosensible fue denominada «espuma de recuperación lenta" en un principio. Se creó inyectando gas en una matriz de polímeros, creando una estructura de células abiertas.
Más tarde Charles Yost creó la empresa Dynamic Systems Inc.en colaboración con la NASA. Así, comenzaron a comercializar el memory para equipamiento médico y deportivo (en los cascos de los jugadores de fútbol americano). Más atrde, Dynamic Systems vendió la espuma viscoelástica a otra empresa, Becton, que comenzó a expandir la gama de productos en los que se usaba el memory foam.
A principios de los años 80, cuando la NASA «liberó" el memory para su uso por el público general, práticamente solo una compañía quería trabajar con este material, dada su complejidad de fabricación e inestabilidad: Fagerdala World Foams. Con el tiempo, en 1991, esta empresa desarrolló el colchón sueco Tempur-Pedic, que desembocó con el tiempo en la creación de la archiconocida marca de colchones : Tempur World.
La expansión del memory foam
Comenzó entonces a utilizarse el memory foam de forma más habitual en aplicaciones médicas. Por ejemplo, comenzó a utilizarse cuando un paciente debía permanecer en un colchón firme inmóvil durante un largo periodo. La presión que se ejerce al estar tumbado largo tiempo sobre ciertas partes del cuerpo, impide la correcta circulación sanguínea. Esto nos lleva a posible llagas e incluso gangrena. El memory reduce en gran medida estos problemas. También se ha demostrado como un gran aliado para las personas que sufren dolores asociados a la fibromialgia.
El principal problema inicial del memory foam era su alto coste. Poco a poco fue abaratándose y hoy en día lo podemos encontrar en el ámbito doméstico en colchones, almohadas, zapatos e incluso mantas. Sus usos médicos también se han ampliado: cojines de sillas de ruedas, colchones y almohadones… Además una de las grandes ventajas de los productos fabricados con memory es que pueden lavarse de forma fácil.
La evolución del memory foam
Uno de los grandes problemas con que la industria del memory foam se encontró, fue el control de la temperatura. Mientras que la capacidad para retener el calor hacía el memory foam original más adaptable, también resultaba incómodo para algunos usuarios. Así, se desarrolló el memory foam de segunda generación, de célula abierta para favorecer la transpirabilidad y ventilación.
Hasta 2006 no se presentó el memory foam de tercera generación. Se añadieron partículas de gel a la espuma viscoelástica para disminuir aún más la retención del calor por parte del material y favorecer la rápida recuperación de este tras el uso. Esta tecnología fue inicialmente desarrollada por Peterson Chemical Technology. Los colchones de gel se hicieron muy populares con el lanzamiento de Serta’s iComfort line y Simmon’s Beautyrest line en 2011.
Posteriormente se lanzaron los colchones que contenían «perlas" de gel, que garantizaban una temperatura estable. Con el calor corporal, el contenido de esas perlas pasaba de estado sólido a líquido, favoreciendo un descanso fresco.
Actualmente, al memoy foam se le añaden otros muchos materiales que suman distintas propiedades al material. Aloe vera, extracto de té verde, carbón activado… El abanico de posibilidades hoy en día es muy amplio, y el uso del memory foam común y muy extendido.
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