Para muchos dormir las horas recomendadas esta sobre valorado, pero la verdad es muy distinta, la falta de sueño es uno de los factores que más afectan a nuestra memoria y a nuestros recuerdos.
Desde hace ya mucho tiempo se viene estudiando la conexión que hay entre envejecer, el deterioro del cerebro y la falta de sueño. Por fin la Universidad de Berkeley ha realizado estudios que demuestran que con la optimización del sueño en edades adultas se mejora considerablemente la memoria.
Los neurocirujanos de la prestigiosa universidad han demostrado que las ondas cerebrales que trasladan los recuerdo a corto plazo, situados en el hipocampo, al cortex pre-frontal que es donde se sitúa nuestra memoria a largo plazo se realiza durante el sueño. Expresado con otras palabras, el proceso de guardar nuestros recuerdos en nuestro cerebro se realiza mientras dormimos, y una falta de sueño de calidad es sinónimo de mala memoria.
La falta de cantidad y calidad en nuestro sueño en edades avanzadas no solo provocan un deterioro de nuestro cerebro sino que afecta directamente al zona que utilizamos para almacenar y acceder a nuestra memoria.
Un detalle importante es que no es solo cuestión del número de horas que dormimos, sino de calidad de dichas horas. Dormir sobre un buen equipo de descanso y en un entorno adecuado sin molestias es el primer paso para asegurarnos la mejor memoria posible a medida que convirmos nuestros años y en recuerdos para el futuro.