Si necesitas comprar un colchón y has empezado a pedir información de precios y modelos en las tiendas, seguro que te has encontrado con diversos tipos de colchones muy diferentes. Para decidir cuál encaja realmente con tus necesidades de sueño, nada mejor que conocer en qué consiste cada uno.
Los colchones de viscoelástica, un material que se confunde a menudo con el látex, se caracterizan por tener huella de memoria. Es decir, cuando se presiona sobre ellos recuperan la forma lentamente. ¿Qué implica esto? Ante todo, que un colchón como éste se adaptará ergonómicamente a tu cuerpo, garantizando que no tendrás que sufrir una presión excesiva en ciertos puntos de tu anatomía al dormir.
Escoger un colchón de este material te ofrece otras muchas ventajas, como que la viscoelástica es un material termosensible y, por lo tanto, hará que te encuentras más cómodo en la cama. Además, al adaptarse perfectamente a tu cuerpo, te ayudará a mejorar la circulación sanguínea y a relajar los músculos, lo que redundará sin duda de manera positiva en la calidad de tu sueño. Por supuesto, también hay que mencionar que este material es muy resistente, indeformable, higiénico y antialérgico, características muy importantes para garantizar el cuidado de la salud.
Merece la pena que nos detengamos en uno de los mitos que circulan sobre estos colchones, ya que muchas personas dicen que resultan calurosos. Realmente, este material es sensible a la temperatura, pero no provoca ni frío ni calor.
Para sacar el máximo partido a tu colchón de viscoelástica debes elegir una base adecuada donde colocarlo, para asegurar su firmeza. Los diferentes tipos de somieres y canapes que se encuentran en el mercado van a determinar tu comodidad a la hora de dormir. ¿Y tú qué material prefieres, látex o viscoelástica? Te invitamos a compartir tu experiencia en nuestro blog.