Hacer deporte en verano rivaliza con estar sanos porque es cuando más calor hace y menos ganas tenemos de abandonar la comodidad y frescor de nuestro hogar. Pero, si eres una persona que realiza ejercicio a menudo habrás descubierto que, tras un par de días de vaguear en el sofá, tu cuerpo grita que te levantes y lo ejercites.
Por eso, para que puedas continuar con tus rutinas te dejamos un par de consejos que, aunque seguro conoces de sobra, muchas veces no pones en práctica y debes recordar que son de especial importancia, y más teniendo en cuenta las olas de calor que padecemos.
Golpes de calor provocados por el deporte en verano
El cuerpo humano regula por sí mismo la temperatura corporal que ronda los 37º aproximadamente, tiene mecanismos como la sudoración y la vasodilatación de los capilares más cercanos a la piel, los más superficiales.
“Los golpes de calor se dan cuando la temperatura exterior y la interior se igualan”
¿Qué tipo de ejercicios debemos evitar? Los que sean demasiado intensos y de larga duración provocarán pérdida de rendimiento, es mejor sustituirlos por disciplinas más cortas y explosivas. Y si tienes posibilidad de entrenar en el agua no descartes tan rápidamente el aquagym o la natación, la resistencia que ofrece el agua aumenta el esfuerzo que realizas y en la natación se utilizan casi todos los músculos.
Mejores horas del día para ejercitarse
Es habitual ver todavía a personas corriendo por la calle a las tres de la tarde, y en ese momento todos pensamos, “¿estará loco? ¿No ve que le va a dar algo?”. Puede que no piense que como hace más calor ambiental eso le ayudará a bajar más rápido de peso o a aumentar su resistencia, pero es un error muy grave que se debe resolver y eliminar inmediatamente.
Tienen razón cuando piensan que las horas centrales del día concentran el mayor calor ambiental, pero eso hace que nuestros sistemas termorreguladores y sus mecanismos, que ya comentábamos al principio, funcionen peor. Si practicas deporte en la calle sal o al amanecer o al anochecer, aprovecha el frescor de ese rango de tiempo.
Y, por último, y como consejo estrella te diremos que hay que beber muchos líquidos, a poder ser que no tengan alcohol porque aumentan la temperatura interior. Al perder grandes cantidades de agua perdemos también minerales que hay que reponer para que el organismo recupere su equilibrio. Los médicos aconsejan la ingesta de, al menos, dos litros de agua al día.
“Si te resulta complicado puedes compaginarlo con frutas como el melón y la sandía”
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