El verano ha llegado de forma oficial, y aunque parece que las altas temperaturas nos han dado un respiro, volverán. Para muchos, esto se traduce en malas noches dando vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño. Hoy os traemos algunos consejos para dormir bien en verano.
Hay estudios que han demostrado que las personas que duermen bien son más felices, están más sanas y tienen más éxito en lo que emprenden. Por eso es importante dormir adecuadamente en cualquier época del año.
Consejos para dormir en verano
Ya sea verano o invierno, para tener noches de sueño reparadoras debemos crear en nuestro dormitorio el ambiente adecuado. En la estación más cálida en concreto, tendremos que buscar la manera de mantener nuestra habitación lo más fresca posible.Para ello hay varios aspectos que podemos cuidar.
El colchón
Uno de los puntos clave para no pasar calor en la cama es el colchón. Una buena transpirabilidad hará que durmamos más frescos. Hoy en día encontramos colchones con cara de invierno y verano, otros que incluyen partículas de gel en su composición… Las posibilidades son muchas y hay una solución para cada usuario.
En Colchón Exprés disponemos de todo tipo de colchones ideales para personas calurosas, pregunta a nuestros asesores en descanso. Además, muchos de nuestros equipos de descanso incorporan el novedoso sistema TermalFresh, con propiedades termorreguladoras.
Ropa de cama
Otro de nuestros consejos para dormir bien en verano es sobre la ropa de cama. Lo ideal es que ésta esté compuesta por fibras naturales. El algodón es ideal para las épocas calurosas, es muy transpirable, fresco y se seca rápidamente.
Colcha
Hay personas que aunque haga calor necesitan sentir algo de peso a la hora de dormir para poder conciliar el sueño. Depende de la zona en la que vivas, puedes usar un edredón ligero o una colcha de algodón. Ésta última no te dará calor pero sí esa sensación de «estar tapado".
La temperatura del dormitorio
Algunos expertos aseguran que la temperatura ideal del dormitorio para dormir adecuadamente debería estar en torno a 18ºC. Por encima de 24ºC dormir es muy difícil, las noches se vuelven largas y estamos inquietos.
Para poder mantener una temperatura fresca en el dormitorio, durante el día hay que mantener el espacio en penumbra. De esta forma los rayos del sol no estarán recalentando la estancia. Una vez que el sol se ha puesto y que empieza a refrescar, abre las ventanas y crea un poco de corriente si es posible.
A veces, ni siquiera así es factible conseguir una temperatura fresca en la habitación. O puede que dormir con las ventanas abiertas no sea posible por el ruido exterior. En ese caso podemos recurrir a ventiladores que mueven el aire del dormitorio y lo refrescan. Incluso podemos encontrar ventiladores a los que añadir esencias que ayuden al descanso como la lavanda. Procura adquirir un modelo silencioso y con función noche.
En el caso de disponer de aire acondicionado, asegúrate de que se le ha hecho el mantenimiento adecuado al aparato y que sus filtros están limpios. Así garantizas una óptima calidad del aire. Además, no es recomendable apuntar el chorro de aire directamente a la cama ni bajar la temperatura en exceso.
Fuera dispositivos electrónicos
Este es el último de los consejos para dormir de hoy, pero que no nos cansamos de repetir. Lo ideal sería crear un «santuario libre de tecnología" en tu dormitorio. Teléfonos, ordenadores, tablets y televisores hacen que durmamos peor. La luz azul que emiten provoca que segreguemos menos melatonina y que por tanto nos cueste más dormir. Por no hablar de mensajes en mitad de la noche, llamadas… Deja los dispositivos fuera de tu dormitorio, y dormirás mejor.
