Cuando llega el invierno, generalmente es cuando volvemos a sacar los edredones nórdicos para vestir las camas. Son muchas las ventajas que utilizar un nórdico nos aporta: ligereza, confort, comodidad. Normalmente, en ese momento aprovechamos para revisar si presenta manchas u olores. Además, si no ha estado guardado de forma adecuada, el edredón puede haber acumulado polvo y ácaros perjudiciales para la salud. Los edredones nórdicos son piezas grandes, y puede parecer complicado limpiarlos de forma efectiva. De hecho hay personas que se resisten a disfrutar las comodidades que un nórdico ofrece porque piensan que son difíciles de mantener. Nada más lejos de la realidad. Hoy vamos a ver cómo lavar un nórdico en casa.
Las indicaciones que os daremos en este post son generales. Siempre hay que fijarse en las recomendaciones de cada fabricante para mantener así nuestro edredón en perfecto estado durante mucho tiempo.
Cómo lavar un nórdico
Para empezar, hay que diferenciar dos grandes tipos de edredones nórdicos: los de pluma o plumón y los sintéticos. Evidentemente, no requieren los mismos cuidados. Lo ideal sería acudir a un establecimiento de limpieza profesional, donde cuentan con la maquinaria adecuada para piezas de gran tamaño. El gran inconveniente de este tipo de solución es el precio. Limpiar un edredón nórdico en una tintorería puede llegar a costarnos hasta 40 o 50 euros, que en ocasiones será más de la mitad del valor del edredón. No tiene mucha lógica, ¿verdad?
Por suerte, podemos lavar los edredones en casa y dejarlos perfectos. Tan solo necesitas una lavadora con capacidad suficiente o una bañera, y jabón especial para ropa delicada.
Cómo lavar un nórdico de plumas
Los edredones de plumas no deberían ser lavados más de una vez al año.
El lavado
Lo ideal es lavarlo en la lavadora. Pero puede ser posible que no quepa, y entonces deberemos lavarlo en la bañera o buscar otro tipo de solución, como una lavandería autoservicio. En cualquier caso, revisa la temperatura recomendada por el fabricante, y utiliza un programa para ropa delicada, con una velocidad de centrifugado baja. Ante la duda, lava siempre tu nórdico de plumas con agua fría. También es importante tener en cuenta el detergente: debe ser para ropa delicada y no hay que añadir suavizante.
Si decides lavar tu nórdico en la bañera, sigue las mismas recomendaciones en cuanto a temperatura y detergente. Mueve el edredón varias veces, dejando un tiempo de reposo entre ellas, para que el jabón actúe. Después, asegúrate de enjuagarlo y aclararlo muy bien para eliminar cualquier resto de jabón.
El secado
La mejor opción para secar tu edredón nórdico de plumas es la secadora. Si dispones de una, introduce el edredón junto con un par de pelotas de tenis que ayudarán a ahuecar la pluma y utiliza una temperatura media. El edredón saldrá esponjoso y como nuevo.
Si no tienes la posibilidad de usar secadora, bien porque no disponer de una, o porque el edredón es demasiado grande, tendrás que secar tu nórdico al sol. Se trata de un proceso mucho más lento y laborioso. Para ello, lo ideal es colocar el edredón totalmente extendido en horizontal y moverlo de vez en cuando para que las plumas se vayan despegando y cogiendo volumen.
Los mejores edredones nórdicos
Cómo lavar un nórdico sintético
Lavar un edredón nórdico sintético es mucho más sencillo. Podemos lavarlo más a menudo, cada vez que sea necesario.
Al igual que con el edredón de plumas, se lava en la lavadora. generalmente va a admitir temperaturas más altas, aunque recordamos que lo ideal es fijarse en las recomendaciones del fabricante. También el proceso de secado va a ser más sencillo y rápido. Las fibras no se desplazan como hacen las plumas, por lo que no requiere estar moviendo el edredón cada poco tiempo.