Seguro que todos hemos pasado por ello: conducir con un sueño terrible. Volviendo de un largo día de trabajo, una vacaciones, o de una noche que se ha alargado demasiado, pero nosotros hacemos como sea para aguantar un poco más, y hacemos lo que sea para evitar quedarse dormido al volante.
Los científicos comparan conducir con sueño a ir borracho, ya que en el fondo los efectos son muy parecidos: aumento del tiempo de reacción, reducción de atención, y lentitud en la toma de decisiones. Más de un 41% de los conductores se han quedado alguna vez dormido al volante.
Sorprendentemente cuando vemos a alguien con claros signos de intoxicación hacemos lo posible por que no conduzca, sin embargo con el sueño no hacemos nada. Parte del problema es que no siempre somos conscientes de las señales que indican un cansancio excesivo. Aquí os ponemos algunos puntos:
- Subir el volumen de la radio o bajar la ventanilla para mantenerse despierto
- Descoordinación entre reacción y decisión
- Bajada considerable del rendimiento, atención y motivación.
- Problemas en concentrarse, mantener los ojos abiertos o la cabeza recta.
- Soñar despierto.
- Bostezar o frotarse los ojos continuamente .
- Problemas en conducir recto por el carril, y saltarse alguna señal o salida.
- Aumento de la agresividad.
Los trucos más utilizados para evitar quedarse dormido:
- Beber bebidas con alto contenido en cafeína.
- Poner la música a todo volumen
- Aire frío.
- Pellizcarnos.
Todos estos trucos solo valen para pequeños intervalos de tiempo. La única solución para evitar quedarse dormido al volante es dormir adecuadamente.