En numerosos hogares familiares, los hijos compartan dormitorio. Ya sea por elección o por obligación debido al espacio disponible. En los dormitorios compartidos hay que estudiar muy bien la distribución y la gestión del espacio. Habitaciones con dos camas, habitaciones con tres camas, e incluso con más, requieren de soluciones especiales que maximicen el espacio y potencien la funcionalidad.
Por suerte, en la actualidad existen soluciones de todo tipo. Hoy vamos a repasar las posibilidades que hay para habitaciones con tres camas. Desde las más tradicionales a formas muy innovadoras de organizarlas.
Ya sabéis que en todo lo referente a los equipos de descanso para cada cama, podéis acudir a nuestros expertos. Ellos podrán asesoraros sobre las mejores opciones dadas las características de cada usuario.
Habitaciones con tres camas
Cuando necesitamos colocar tres camas en una habitación hemos de valorar algunas cosas:
Espacio disponible
Por supuesto, una de las primeras consideraciones son las medidas de la habitación. En función de estas, podremos decantarnos por diferentes opciones de organización.
Uso de las camas
Hay habitaciones con tres camas en las que solo se usan dos de forma regular. La forma de organizar el espacio también depende mucho del uso que se vaya a dar a cada cama. Si hay una de ellas que únicamente se va a utilizar como cama de invitados, no es lo mismo que si las tres se usan de forma diaria.
Edad de los ocupantes
Lo habitual es que las habitaciones con tres camas estén destinadas a los niños o jóvenes de la casa. También en función de sus edades, podremos organizar la habitación de distintas maneras. Por ejemplo, unas literas pueden resultar peligrosas si los niños son muy pequeños.
Organizando las habitaciones con tres camas
Las configuraciones posibles de las habitaciones con tres camas son tan variadas como el número de habitaciones que podemos encontrar. Las posibilidades de diseño son prácticamente infinitas, aunque en general vamos a limitarnos a las configuraciones más habituales.
Tres camas convencionales
Cuando el espacio no es un problema las tres camas pueden ser colocadas de forma tradicional. Para los niños más pequeños es la mejor solución, aunque dadas las dimensiones de los hogares actuales, no suele ser posible. Hay que tener en cuenta que además de las camas, tiene que haber espacio para que la circulación sea fluida y cómoda por el dormitorio.
Literas
Las literas son una de las soluciones más socorridas cuando hablamos de dormitorios compartidos. La única pega que tienen es que no son adecuadas para niños muy pequeños, ya que podrían caerse y hacerse daño. A partir de los seis o siete años sería el momento ideal para este tipo de soluciones.
Existen literas triples, donde las camas están a tres alturas diferentes. También podemos encontrar literas con cama nido. En ambos casos, en el espacio de una cama, tendremos las tres, con el ahorro de espacio que eso supone. Hay literas triples en esquina, donde dos de las camas se combinan en forma de L y la tercera está elevada sobre ellas. Las combinaciones y posibilidades son numerosas, y como decíamos al principio, dependerá mucho de las necesidades particulares de cada uno y del espacio disponible.
Camas compactas
Por último, otra de las soluciones más habituales son las camas compactas. En este caso también podemos tener diferentes combinaciones. Tres camas, dos camas y almacenaje e incluso escritorios extraíbles. En este caso, también tendrás tres camas en el espacio de una, con la ventaja que al abrirlas todas quedan a una altura segura. Parece una solución ideal, aunque no es válida para dormitorios muy reducidos, ya que en cualquier caso vas a necesitar espacio para poder abrir las tres camas a la vez.
