Dormir es un placer tanto solo como acompañado y no tiene por qué ser con una persona. Nuestras mascotas y plantas forman parte del entorno, nos hemos acostumbrado a su presencia y muchas veces priorizamos su bienestar al nuestro. Frente a su presencia en el dormitorio cuando descansamos hay distintas posiciones al respecto.
Los detractores consideran que dormir con una mascota es poco higiénico, al estar en contacto continuo con el suelo tienen el pelaje y las patas sucias, aunque no lo parezca. Esto hace que la salud de sus dueños se vea afectada al tener más posibilidades de convivir con pulgas y garrapatas, problema que se soluciona bañando con frecuencia al animal y desparasitándolo cuando sea necesario. Por otro lado, un estudio realizado por el Centro del Sueño de la Clínica Mayo en Scottsdale asegura que dormir con nuestras mascotas mejora la calidad del sueño al hacernos sentir más seguros y reconfortarnos con su presencia, eso aseguraron el 41% de los participantes.
“Al final, dormir con tu mascota es decisión tuya”
¿Plantas en la habitación?
Seguro que muchas veces habéis oído la afirmación de que “tener plantas en la habitación es perjudicial para las personas ya que estas por la noche absorben oxígeno y liberan dióxido de carbono”. Pero, esta creencia popular tan extendida no es cierta del todo. Si bien es cierto que las plantas ‘respiran’ parte del oxígeno de la estancia, es tan mínimo su consumo que no resulta peligroso para los humanos. Si fuese así dormir con otras personas resultaría mortal y no es lo es.
Aunque el dormitorio esté cerrado a cal y canto (persianas bajadas y ventanas y puertas cerradas) siempre entrará oxígeno por alguna rendija, es imposible hacer completamente estanca una habitación. Además, las platas aportan vitalidad y frescura, como elementos decorativos no tienen precio.
¿Es normal dormir con los ojos abiertos?
Hay personas que padecen lagoftalmo nocturno, es decir, no cierran los párpados del todo cuando duermen. Se trata de una enfermedad que puede afectar a un ojo solo o a los dos y que aparece a cualquier edad. Perjudica a largo plazo la salud de los ojos al no mantenernos hidratados durante la noche, pudiendo aparecer infecciones, sequedad de córnea y ulceraciones.
“Las personas que la padecen tienen enrojecimiento, sensación de arenilla y dolor o visión borrosa”
Es una anomalía que suele darse por varias causas: por una parálisis facial, cicatrices originadas por un traumatismo o por quemaduras, y por operaciones estéticas. Es importante detectarlas porque la solución es simple: lubrica el ojo con sueros durante el día y el malestar desaparecerá.
Estas son las tres curiosidades que te traemos hoy, ¿qué te han parecido? ¿Tú duermes con tu mascota? ¿Tienes plantas en tu habitación? ¿Tu pareja dice que le asustas porque parece que le miras mientras dormís? Déjanos un comentario o ponte en contacto con nosotros a través de nuestras redes sociales.
