Para qué sirve un sobrecolchón. Cuándo debes utilizarlo

A continuación te explicamos todo lo que tienes que saber sobre qué es un sobrecolchón, qué tipos hay, sus ventajas, inconvenientes y cómo utilizarlos correctamente.

¿Qué es un Sobrecolchón?

El topper o sobrecolchón, es una capa de material que se coloca sobre la superficie del colchón y que trata de complementar alguna carencia que tienen las capas de acolchado del mismo.

La mayoría de las veces se trata de un colchón muy fino, a menudo con una altura entre 3 y 10 centímetros, que normalmente se ajusta al equipo de descanso mediante algún sistema de sujección. Los más habituales son los sistemas de gomas elásticas en las esquinas, bandas laterales con velcro que se fijan a las asas del colchón, a través de gomas elásticas colocadas horizontalmente en varios sitios de la cama e incluso con una platabanda elástica como si de una sábana bajera se tratase.

¿Para qué sirve un sobrecolchón?

En algunas ocasiones puede ocurrir que bien porque la calidad del colchón no es muy buena y no se adapta a las necesidades de descanso de los durmientes que lo usan, o bien porque con el paso de los años las propiedades adaptativas del acolchado, pueden reducirse, que el colchón pierde prestaciones en cuanto a confort. Es entonces cuando nos planteamos si cambiar todo el colchón o bien posponemos el cambio y tratamos de mejorar la comodidad sobre él.

Cuando optamos por la segunda opción, que a su vez es la más económica, la mejor alternativa para aumentar la calidad de nuestro descanso es colocar un sobrecolchón.

Un sobrecolchón tiene la capacidad de modificar la adaptabilidad de una cama, pudiendo convertir un colchón duro y nada cómodo un equipo de descanso confortable, sobre el que es posible dormir adecuadamente.

¿Qué tipos de sobrecolchones existen?

En Estados Unidos, así como en el norte de Europa y en los Países Bajos, el uso de sobrecolchones, que modifican la firmeza final del colchón, son muy habituales. Incluso los hay con firmeza personalizable, de manera que dos personas que duermen juntas, pueden elegir una firmeza diferente en cada lado de la cama.

Los sobrecolchones más comunes suelen estar fabricados en viscoelástica, pero también los hay de látex, de micro-muelles, de fibras hipoalergénicas, de plumas, e incluso de seda, algodón y fibras naturales. A continuación te mostramos los tipos de sobrecolchones más habituales así como la idoneidad de cada uno de ellos.

– Topper de Fibra:

Consiste en una capa de fibras hipoalergénicas sintéticas que se introducen en una funda de tejido, en la mayoría de los casos cerrada. Es la única opción 100% lavable en lavadora, pero también es la que peor resultados ofrece en cuanto a la mejora de confort sobre el colchón. Se suele utilizar por personas muy calurosas que duermen sobre colchones viscoelásticos, sin tratamientos termorreguladores, en los días más calurosos del año.

– Topper de Viscoelástica:

Se trata del tipo de sobrecolchón más habitual. Consiste en una capa de visco, de habitualmente entre 3 y 6 cm de altura (dependiendo de la necesidad de adaptabilidad extra de los usuarios del colchón), que se introduce en una funda de tejido Stretch. Esta funda, a menudo desenfundable con cremallera, suele disponer de una cara de verano, tapizada en tejido con malla 3D transpirable y de una cara de invierno, para una mayor acogida en los meses más fríos. Este tipo de colchoncillo se suele recomendar a personas que buscan suavizar la firmeza de su colchón, haciéndolo más adaptable y confortable. Se trata, además una de las soluciones más económicas y eficaces.

– Topper de Látex:

A menudo se trata de un tipo de sobrecolchón que incorpora una capa de látex entre sus materiales. Este látex puede ser de fórmula sintético o de látex Talalay, más caro, pero más flexible, transpirable y duradero. Entre los componentes que lo configuran también se incluye una gruesa capa de fibras hipoalergénicas, que crean canales naturales de ventilación entre el usuario y la superficie de descanso, por la que el aire circula libremente en todo momento. Son bastante entre el durmiente y la superficie del colchón, por la que el aire circula libremente en todo momento. Se recomienda para personas mayores, por la facilidad de cambio de postura que ofrecen y también para personas muy corpulentas y especialmente calurosas que huyen de la sensación de hundirse en el colchón.

– Topper de Plumón:

Muchas personas buscan la sensación de máxima suavidad sobre su cama, sin sensación de agobio. Para todos ellos, una buena opción puede ser un sobrecolchón de plumón. La calidad del topper será mejor en función de la capacidad de recuperación del núcleo, así como de la homogeneidad en el reparto de los rellenos. Para conseguir una misma cantidad de plumón en cada zona del topper, a menudo se crean cámaras individuales, que se rellenan con una misma cantidad de material. De esta forma evitan las acumulaciones de plumón en unas zonas y la falta de acolchado en otras. Se trata de una inversión superior a la de los toppers viscoelásticos, pero con la ventaja de contar con un peso inferior que facilita su mejor transporte y almacenamiento en caso de no necesitarlo. También es una opción muy adecuada para personas calurosas o sensibles a los cambios de temperatura.

Ventajas de usar un sobrecolchón

1. Aumenta la durabilidad de nuestro colchón

El uso de un sobrecolchón es la manera adecuada de aumentar la duración de nuestro equipo de descanso. Cada noche, cuando nos vamos a dormir, nuestro colchón sufre poco a poco el deterioro y deformación que produce la presión continua de nuestro cuerpo. Dependiendo de la calidad y materiales con los que esté hecho, este deterioró se hará evidente antes o después, repercutiendo en la calidad de nuestro descanso.

Al usar un sobrecolchón, incorporamos una capa adicional a la superficie del colchón, y va a ser está la que reciba la mayor parte del peso y presión de nuestro cuerpo. Será esta capa y no el colchón la que sufra el mayor deterioro por el uso y por tanto nuestro colchón estará en condiciones óptimas para el descanso por más tiempo.

2. Incrementa la capacidad de transpiración del colchón

Durante la noche nuestro cuerpo emite humedad. El uso de un sobrecolchón que cuente con materiales transpirables, que faciliten la libre entrada y salida del aire en la superficie de descanso, previene que esta humedad se filtre hasta el interior de nuestro colchón y lo dañe. Pero si quieres proteger al máximo tanto tu sobrecolchón como tu colchón, si eres una persona calurosa y sufres de sudoración excesiva al dormir, te recomendamos el cubre colchón con efecto frío testado en laboratorio, que puedes encontrar en Colchón Exprés. Lo podrás colocar sobre tu cama, como una bajera y podrás disfrutar de lo último en materiales termorreguladores, para el mejor descanso.

3. Es muy higiénico

El uso de un sobrecolchón evita que bacterias, ácaros y pieles muertas entren en contacto y se acumulen sobre el colchón. En muchos casos, los toppers son desenfundables, lo que facilita su lavado e higienización. Aunque la máxima protección para tu cama, la conseguirás siempre con un buen cubre colchón.

4. Es más económico

Ya sea por el deterioro debido a su uso diario, por una deformación de su espuma o bien de la viscoelástica o por un mal mantenimiento del colchón que haya acelerado su deterioro, cambiar un sobrecolchón suele ser mucho más económico que tener que cambiar todo el colchón.

5. Es fácil de Transportar

En muchas ocasiones, no sabemos si la cama sobre la que vamos a dormir en vacaciones va a cumplir nuestras necesidades para un buen descanso. O bien, sabemos perfectamente que no lo hará.

Para ambas situaciones, muchos usuarios optan por viajar con un topper de medida individual adaptado a sus necesidades, para garantizarse un buen descanso durante sus vacaciones.

Después de todo, los días de descanso están entre otras cosas, para poder sacar el máximo partido posible a las horas de sueño y arriesgarse a que esto no sea así es una intranquilidad que muchos no quieren tener. Además, la facilidad para enrollarse que ofrecen los sobrecolchones, sobre todo los de plumón y los de viscoelástica de 3 cm de grosor, hacen esta tarea más fácil.

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¿Es lo mismo un cubre colchón que un sobrecolchón?

En muchas ocasiones escuchamos también el término cubre colchón y hay quienes confunden este término con el de sobrecolchón. Sin embargo, las diferencias entre ambos son notables.

Un cubrecolchón o protector de colchón es un tejido fino que cubre total o parcialmente el colchón y se coloca a modo de sábana bajera. Su función principal es la de proteger el colchón de posibles manchas, ácaros y bacterias e incluso los hay transpirables e impermeables y con tratamientos efecto frío.

Por el contrario, el sobrecolchón tan sólo cubrirá la parte superior del colchón, y aporta una capa extra de material del acolchado, que mejora la adaptabilidad y confort general del colchón dónde vamos a dormir.

Desde Colchón Exprés recomendamos siempre usar un cubre colchón para ofrecer la máxima protección a nuestro colchón así como para mejorar la calidad de descanso de los durmientes, tanto si se duerme sobre un colchón, como si se hace sobre un colchón que cuenta con un sobrecolchón encima.

¿Cuándo debo usar un sobrecolchón?

Aunque de manera general su uso sirve para mejorar la adaptabilidad de nuestro viejo colchón así como para reducir el desgaste del mismo por su uso diario, los toppers o sobrecolchones son una opción especialmente recomendable en los siguientes casos:

• Podemos usar un sobrecolchón cuando el colchón que tenemos no se adapta lo suficiente a nuestra manera de dormir y consideramos que aún no es momento de cambiar de colchón, o bien no contamos con un presupuesto muy holgado para hacerlo. Cuando notamos que al dormir de lado, el hombro y las caderas reciben una presión elevada o bien al dormir boca arriba, sentimos que las lumbares no reciben la acogida que necesitamos para una mayor relajación, es un buen momento para colocar un sobrecolchón en nuestra cama. El principal objetivo es tratar siempre de buscar la mejor alineación de la espalda posible. De esta manera no sólo estaremos invirtiendo en un mayor confort, sino que estaremos previniendo futuras lesiones debidas a una mala postura al dormir.
• También es una buena inversión en descanso, en caso de que el colchón de nuestra casa de alquiler temporal o de nuestro alojamiento vacacional sea demasiado rígido o firme, y vayamos a estar allí durante un tiempo prolongado, pero no queremos hacer una gran inversión comprando un colchón nuevo que luego no podamos llevarnos.
• Puede ocurrir también que uno de los miembros de la pareja, considere que necesite un aporte extra de firmeza o de suavidad en su lado de la cama, porque sus necesidades de confort hayan cambiado con el paso del tiempo. Para estos casos es muy útil recurrir a un topper individual, de la medida de la mitad de la cama, que permita a ambos usuarios disfrutar de la máxima calidad de descanso al dormir juntos.

Alarga la vida de tu viejo colchón

En resumen, un sobrecolchón de calidad es una buena forma de alargar la vida útil de nuestro viejo colchón, cuando por la circunstancia que sea, consideramos que aún no es momento de cambiarlo por otro nuevo.

Si quieres saber más sobre cómo se identifican los signos de envejecimiento en un colchón y cuándo es el momento de cambiarlo, te recomendamos que eches un vistazo a nuestro post: ¿Cuánto dura un colchón?

Si has probado ya a mejorar tu descanso usando un topper o sobrecolchón y sigue sin darte resultados o por el contrario, estás pensando en cambiarte de colchón, pero aún no te decides, te dejamos nuestro catálogo de colchones.