Muchas veces descuidamos el descanso de nuestros niños, no somos conscientes de la importancia que tiene para su correcto desarrollo psicológico y físico. Nuestros peques gastan grandes cantidades de energía durante todo el día. Primero el cole, luego las actividades extraescolares, los deberes y demás juegos. Por eso es tan importante que tengamos en cuenta que la forma de recuperarse, al igual que hacemos los adultos, es dormir. Si no duermen bien se levantarán con desgana y no rendirán al 100%.
“No descansar es una de las causas del fracaso escolar”
Al no dormir bien les cuesta concentrarse y se distraen con facilidad. Por eso cuando llegan a casa no les apetece hacer los deberes por mucho que los padres les ayuden. Sus bajas notas no deben derivar en una regañina, hay que investigar cuáles son los motivos y en el caso de que sea porque no duerme bien, buscar una solución. Comprar un colchón adecuado a la edad que tiene es vital, pincha en el enlace para saber cuál es el que más le conviene a tu hijo. No todos los colchones sirven, busca el que se adapte a sus necesidades.
Al generar unos hábitos y una rutina del sueño se establecen unas pautas que el niño con el paso del tiempo identificará con el momento de dormir y le ayudará a conciliar el sueño. Darse un baño caliente, cenar y leer un poco en compañía de sus padres o él solito, si ya es más mayor, son pautas sencillas y fáciles de aplicar. Lo que hay que evitar a toda costa son los videojuegos o actividades que puedan excitarle antes de ir a la cama, conseguiremos el efecto contrario y al final le perjudicaremos.
Si se inicia a edad temprana cuando vaya creciendo la podrá ir poniendo él en práctica sin nuestra ayuda y la cambiará según le convenga más. En el caso de que observéis que las medidas que habéis aplicado no sirven, lo mejor es acudir a su médico de cabecera, puede que haya factores desencadenantes que no vemos.
Es el término clínico que hace referencia a la pérdida involuntaria de orina durante el sueño y tiene graves consecuencias personales y sociales; el niño no es capaz de controlar sus ganas de orinar y termina mojando la cama. Al ser un trastorno del sueño bastante frecuente en esta etapa existen ya medidas como sábanas protectoras y pañales. Ante esta situación hay que mantener la calma, suele solucionarse con el paso del tiempo y regañarle por ello empeorará la situación, generará inseguridad en el infante y bajará su autoestima.
En caso de que se quieran quedar a dormir en casa de algún amigo, lo mejor que puedes hacer es comentarles la situación a los otros padres de forma discreta, llévales una sábana bajera y échale un par de braguitas especiales por si tiene que cambiarse.
En una entrada anterior os comentábamos que dependiendo de la edad los seres humanos necesitamos dormir más o menos horas. Os dejamos el enlace a continuación para que podáis resolver vuestras posibles dudas al respecto, pero como pista os decimos que cuánto más pequeños más horas duermen.
#FelizDíadelNiño y que tengan dulces sueños
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