Cómo dormir a un bebé fácilmente

La llegada de un bebé supone una revolución en cualquier hogar. Las rutinas cambian, y de repente todo gira en torno a esa pequeña persona que demanda toda nuestra atención. Hay que atender todas sus necesidades, comer, asearlos, vestirlos e incluso ayudarlos a dormir. Mientras que todo lo demás son cosas que podemos tener fácilmente controladas, con el sueño surgen los problemas. Convertirse en padres no hace que de repente sepamos cómo dormir a un bebé, y en ocasiones puede resultar desesperante.

Hay bebés muy tranquilos, a los que basta alimentar para que caigan rendidos. Otros sin embargo, pueden tener más dificultades al dormir. Ya sea por los famosos cólicos, por ser bebés de alta demanda, por intranquilidad, incomodidad… La situación se vuelve a veces desesperada. Los pequeños lloran porque no pueden dormir, y los padres no saben cómo ayudarlos.

Cada bebé es un mundo y responde a cosas diferentes, pero hoy intentaremos daros algunos consejos para ponerles más fácil conciliar el sueño.

«Hay que tener en cuenta que hasta los 4 o 6 meses no suele ser posible enseñar a un bebé a dormir toda la noche."

Hasta esas edades se rigen por sus necesidades alimentarias, y cuando son recién nacidos lo normal es que cada 3 o 4 horas demanden alimento.

Existe una pequeña «guerra" entre los defensores de dejar llorar a los bebés y sus detractores. Cada vez más profesionales se decantan por atender las necesidades del bebé, no dejándolos llorar hasta que duermen agotados por el esfuerzo. Como hemos dicho antes, cada bebé es un mundo, y cada situación diferente. Lo que sirve para unos puede no ser útil para otros. Nuestro consejo es siempre aplicar el sentido común y escuchar a tu bebé.

Cómo dormir a un bebé: algunos consejos

La cuna o minicuna

Aunque el peso corporal de un bebé es muy poco, también necesitan un soporte adecuado. Hay que procurarles una estructura firme y duradera, fácil de mantener y limpiar, transpirable y con tratamientos antialérgicos. Al igual que en los adultos, un buen descanso comienza en la base. También hay que elegir bien la ropa de cama, el pijama, las mantas…

Rutinas

Como pasa con los adultos, establecer unas rutinas ayuda a los bebés a prepararse para dormir. Si todas las noches hacia la misma hora realizamos el mismo ritual, la mente del bebé se relaja y dispone a descansar. Baño, masaje, cena, mimos y a la cama, por ejemplo. Cada bebé y padre tiene sus preferencias en este sentido, lo importante es establecer una rutina y seguirla. También es importante en este sentido crear referentes. La luz, los sonidos, la actividad… Crear el ambiente propicio cada día también induce al sueño.

«Evidentemente, hay que acostarlo a la misma hora cada día. Algunos estudios y la experiencia de muchos padres dicen que el mejor momento para dormir a un bebé es entre las 20 y las 21:30."

No lo dejes solo

A los bebés les gusta sentir a sus padres cerca. Con esto no queremos decir que tengas que quedarte a dormir con él toda la noche. Pero cuando lo lleves a su cuna, puedes cantarle una nana, contarle un cuento corto… Conseguirás que el pequeño se relaje y que le sea más fácil quedarse dormido.

«La idea es que el momento de ir a dormir se asocie con algo positivo, con momentos agradables."

Controla su comodidad

Pañal limpio, temperatura adecuada, ni muchas mantas ni pocas… Si el bebé se encuentra cómodo le costará menos dormirse, y de forma más profunda.

Adáptate al bebé

Son muchos los padres que dicen que cada día, cuando a las ocho de la tarde van a acostar a su bebé, pasan hasta una hora intentando que se quede dormido. Si es así, puede que tu bebé necesite ir a dormir un poco más tarde en lugar de pasar ese rato tan desesperante para todos en el que el pequeño aún no tiene sueño.

«Es mejor esperar a que el bebé empiece a mostrar signos de cansancio y sueño para llevarlo a su cuna que intentar dormir a un bebé muy despierto, aunque sea «su hora"."