Alimentación sana y equilibrada para vivir mejor

Una alimentación sana y equilibrada, ejercicio y descanso son las bases para una buena salud. El ritmo de vida ajetreada que llevamos hace necesario que nos cuidemos a fondo si queremos sentirnos bien y con energía. Además, cada vez somos más longevos, por lo que hay que hacer lo posible por pasar todos esos años lo más saludables y activos que se pueda. Una alimentación sana y equilibrada no sólo hace que nos sintamos mejor. También reduce el riesgo de sufrir enfermedades graves o crónicas.

Llevar una alimentación adecuada no es difícil, y para comenzar podríamos empezar por adoptar algunos hábitos que mejorarán de forma drástica nuestra salud. Además, si la ingesta de alimentos es proporcional a nuestra actividad, veremos como nuestro peso se regula. Con esto no queremos decir que todo el mundo deba ser delgado, solo que todo el mundo debería estar en su rango de peso saludable.

Además, una alimentación saludable influye positivamente en tu descanso. Y una mente descansada trabaja mejor, está más motivada y con mejor humor. En definitiva, cuando comienzas a cuidar tu alimentación, entrarás en una espiral de mejora de tu salud y te sentirás cada vez más fuerte y sano.

Empezar a tener una alimentación sana y equilibrada : Los hábitos que te ayudan a conseguirlo

Para comenzar a comer más sano, podemos comenzar con una serie de hábitos. Son muy sencillos y están al alcance de todo el mundo. Así que, ¿a qué esperas para estar más sano?

Empieza a beber más agua

El agua es esencial para la vida. Las células necesitan agua para seguir funcionando correctamente. Si a estas células no les llega la suficiente hidratación, se resecan provocando un envejecimiento prematuro y riesgo de enfermedades. Además, el agua ayuda en el control de peso y a reducir la retención de líquidos.

Sabemos que beber agua sin más puede resultar aburrido. Siempre puedes añadirle unas rodajas de naranja o limón o beberla en forma de infusión fría (o caliente si prefieres). Trata de evitar las bebidas con gas azucaradas.

No hay alimentos prohibidos

Una alimentación sana y equilibrada ha de incluir todos los grupos de alimentos. Prohibir un grupo completo de alimentos sin sustituir esa carencia de alguna otra forma puede ser peligroso para la salud.

Por ejemplo, hay personas que suprimen totalmente la grasa de su dieta pensando que así será más saludable. Y están totalmente equivocadas. El cuerpo necesita grasas para llevar a cabo sus funciones. Lo que hay que hacer es vigilar que sean las grasas adecuadas y en la cantidad idónea.

Limita el consumo de sal

Nos hemos acostumbrado a tomar los alimentos con mucha sal y parece que sin ella no tienen el mismo sabor. Si bien el sodio es un mineral necesario, su consumo excesivo está asociado a la inflamación y distensión abdominal.

Trata de poner menos sal a tus comidas, en poco tiempo te acostumbrarás a ese «nuevo" sabor de los alimentos y tu salud mejorará.

La fibra es esencial

El consumo de fibra es imprescindible para una buena salud gastrointestinal.  Cereales, frutas y verduras son alimentos ricos en fibra, saludables y fuentes de vitaminas y minerales esenciales. Además, los alimentos ricos en fibra nos ayudan a sentirnos saciados antes.

Comienza el día con un buen desayuno

Una de las comidas más importantes del día es el desayuno. Tras toda la noche sin ingerir alimentos, el cuerpo necesita nutrientes para comenzar el día. Es una comida que debería incluir todos los grupos de alimentos: grasas, proteínas e hidratos de carbono.

Un buen desayuno no solo hará que comiences el día con más energía. También evitará esos ataques de hambre a media mañana.

Date algún capricho

Querer llevar una alimentación sana y equilibrada no es sinónimo de renunciar a aquello que nos gusta. Si por ejemplo eres amante del chocolate, puedes tomar un poquito cada día de una variedad baja en azúcares. O si sales a comer o cenar fuera y no puedes resistirte a ese postre delicioso, tampoco pasa nada.

La alimentación ha de ser sana, pero también ha de ser placentera. El equilibrio entre comer lo que nos gusta y lo que deberíamos se puede encontrar de forma fácil. Tan solo hay que ser positivo y tener nuestra salud y bienestar en mente.