Roncar es algo muy común, nos puede pasar a todos. Desde los bebés con suaves ronquiditos a personas mayores que producen sonidos impresionantes; es un problema que puede convertirse en una pesadilla para el que duerme, y sus familiares y amigos. Afortunadamente existen unos cuantos trucos para no roncar, o al menos hacerlo más suavemente. Y no sólo por el ruido, roncar perjudica a la calidad del sueño con lo que eso conlleva de cara a afrontar el día.
Si bien los consejos que os vamos a dar pueden ayudar con el problema de los ronquidos, no olvidéis consultar a vuestro médico para descartar otras patologías que estén causando los ronquidos. Existen muchos trucos para no roncar, desde los que tienen base científica a las creencias populares; os hemos hecho una pequeña selección de los que pensamos son más efectivos.
Con unos pocos centímetros será suficiente, al elevar la parte superior del cuerpo las vías respiratorias quedan más abiertas; mejora la entrada y salida de aire y además dormiremos mejor.
Para ello lo más adecuado son los somieres articulados, que permiten graduar la altura de distintas partes del cuerpo.
Cuando nos acostamos boca arriba hay más posibilidades de roncar; colocándonos de costado la garganta está en una posición que permite un mejor flujo de aire.
Hay que asegurarse de utilizar la almohada correcta, el cuello y la cabeza deben quedar alineados casi como en la posición que tendríamos de pie.
Utilizar una buena almohada puede ser la solución a los ronquidos; la altura adecuada y un apoyo correcto ayudarán a abrir las vías respiratorias.
Se pueden encontrar en farmacias o lo puede prescribir tu médico. Al sujetar la mandíbula conseguiremos que la musculatura no se relaje tanto y así evitaremos el ronquido.
Una de las causas principales de los ronquidos en individuos sin otros problemas es el exceso de peso, que causa una mayor presión en el área del cuello dificultando así la entrada y salida de aire y provocando el ronquido. Es imprescindible consultar a un especialista para lograr una bajada de peso gradual y duradera.
Se usan mucho en deporte ya que abren las fosas nasales mejorando la entrada de aire; al dormir producen el mismo efecto, ayudándonos a ventilar mejor.
Las digestiones pesadas aumentan los ronquidos, procura cenar ligero o hacerlo al menos dos horas antes de acostarte para que la digestión haya casi terminado.
El alcohol deprime el sistema nervioso central, haciendo que la musculatura de garganta y boca se relaje y favorece la aparición de ronquidos. Las pastillas para dormir tienen el mismo efecto, trata de buscar alternativas.
El tabaco por su parte, además de ser muy perjudicial para la salud afecta directamente a nuestra capacidad respiratoria, lo que incide directamente en los ronquidos.
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