Técnicas de respiración para aumentar tu energía

Existen cientos de técnicas de respiración encaminadas a relajarnos, concentrarnos, hacernos sentir mejor o incluso llenarnos de energía. La respiración es un proceso imprescindible para vivir. Podemos pasar un tiempo sin comer o beber, pero no podemos sobrevivir sin oxígeno. Además, en muchas culturas, la respiración ha tenido siempre un componente espiritual.

La respiración consciente tiene la capacidad de poder equilibrar nuestra mente y nuestro cuerpo. Al hacerlo, somos capaces de enviar más oxígeno a todo el cuerpo, especialmente al cerebro. Al mismo tiempo, el dióxido de carbono sale, limpiando nuestros sistemas. En el post de hoy os explicamos algunos ejercicios de respiración que os darán energía, os ayudarán a centraros y reconectaros con vuestra mente y objetivos. Os sentiréis refrescados y con la mente más clara.

A veces el estrés, las preocupaciones o los compromisos nos tienen agotados o incluso no nos dejan dormir bien. Por eso es importante parar unos minutos y coger aire. Cualquiera de las técnicas que os explicamos a continuación es estupenda para comenzar el día. Cuando te levantes de la cama, tómate unos minutos para recolocarte, respirar y comenzar con más energía el nuevo día.

Técnicas de respiración energizantes

Respiración profunda

Las técnicas de respiración profunda ayudan a despertar los sentidos y el cerebro. Su práctica te ayudará a estar más tranquilo y liberar estrés, a afrontar mejor el día y a aumentar la productividad.

Para realizar este ejercicio, primero pega tu lengua al paladar. Comienza a inhalar por la nariz mientras cuentas hasta seis, llenando el abdomen. Mantén la respiración durante tres segundos y exhala lentamente contando hasta seis de nuevo. Repite este ciclo entre siete y doce veces o durante un minuto. Puedes colocar tus manos sobre el estómago para asegurarte de que estás respirando profundamente y cómo se expande y contrae con cada respiración.

Se trata de una técnica muy sencilla que puedes practicar todas las veces que quieras y en cualquier lugar.

Respiración de fuego

La respiración de fuego o Bhastrika Pranayama es un ejercicio excelente cuando necesitas un extra de energía inmediato. Además, es un ejercicio que ayuda a relajarse y calmarse. Los practicantes de yoga afirman además, que esta técnica ayuda a la digestión y previene enfermedades.

Para comenzar asegúrate de tener tu nariz limpia. Siéntate cómodo con la espalda recta. Con la boca cerrada, pega tu lengua al paladar. Pon las manos en el estómago a fin de sentir cada contracción al respirar, y comienza a hacerlo lo más rápido que puedas a través de tu nariz. Inhala y exhala doce veces y termina con una inhalación profunda. Descansa hasta que la respiración se normalice y repite siete veces el proceso.

Este ejercicio suele practicarse a primera hora de la mañana y una o dos veces más durante el día. Evita hacerlo antes de ir a dormir ya que puede dificultar el sueño.

Precauciones: Este ejercicio puede hacerte sentir mareado al principio. Comienza con menos repeticiones y ve añadiendo según te encuentres cómodo. No es adecuado para mujeres embarazadas ni para personas que sufren hipertensión, epilepsia, convulsiones o ataques de pánico.

Respirar alternando fosas nasales

En concreto, se trata de una de las técnicas de respiración especialmente útil cuando te sientes estresado o ansioso. Tiene un efecto inmediato de relajación en la persona que lo practica. También ayuda a disminuir la presión arterial, a aliviar la depresión y a mejorar los cambios bruscos de humor.

Para llevarlo a cabo, limpia tu nariz de cualquier residuo. Siéntate de forma que estés cómodo y con la espalda recta. Cierra la boca y apoya tu lengua en el paladar superior. Pon el dedo índice de la mano derecha sobre tu fosa nasal derecha e inhala por la fosa nasal izquierda contando hasta seis. Mantén la respiración mientras cuentas hasta tres. Quita la mano derecha de la nariz, y con la izquierda tapa la fosa nasal izquierda y exhala lentamente mientras cuentas hasta seis. Mantén la respiración durante tres segundos y sin mover la mano vuelve a inhalar contando hasta seis por la fosa nasal izquierda. Mantén las respiración tres segundos y vuelve a cambiar de mano. Repite el proceso al menos siete veces o de tres a cinco minutos.

La práctica de este ejercicio te ayudará a calmarte en estados de nerviosismo y a centrarte y permanecer enfocado.

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