Cada vez más personas buscan métodos que les ayuden a prevenir y lidiar con ese estrés. La relajación progresiva es uno de esos métodos, muy recomendado por psicólogos y terapeutas.
Nuestra vida cada vez va más deprisa. Trabajo, niños, estudios, familia, amigos, aficiones… Son muchas cosas y queremos llegar a todas, lo que hace que a menudo suframos estrés y ansiedad. Se ha demostrado que la relajación progresiva es una forma efectiva de gestionar el estrés, sin necesidad de fármacos y alcance de todo el mundo.
La relajación es la respuesta corporal contraria al nerviosismo o al estrés.
El sistema nervioso autónomo (SNA) es el sistema que se encarga de controlar las acciones que nuestro cuerpo realiza de forma involuntaria, como el ritmo del corazón, el sudor o la digestión. El SNA se compone de dos ramas: El sistema simpático y el parasimpático.
El sistema nervioso simpático es el que nos prepara para la acción, mientras que el parasimpático realiza funciones opuestas. Es decir, nos ayuda a conseguir un estado de descanso tras un esfuerzo y a disminuir el nivel de estrés.
Con las técnicas de relajación lo que conseguimos es activar ese sistema parasimpático del sistema nervioso autónomo. Al practicar la relajación estaremos contrarrestando los efectos fisiológicos derivados de estados negativos, a la vez que reducimos los síntomas de depresión, ansiedad y estrés.
Además de lo que hemos comentado, la relajación progresiva tiene otros beneficios para la salud en general. Una práctica regular reduce la presión arterial, mejora el riego sanguíneo y el ritmo cardíaco, optimiza las funciones de las ondas cerebrales, favorece la relajación muscular y aumenta el sentimiento de calma y vitalidad.
Podemos decir que la relajación permite que el funcionamiento fisiológico y psicológico se sincronicen. Gracias a ello, conseguiremos un estado de bienestar general, un incremento de la autoestima, un mejor autoconocimiento, una mejoría en el rendimiento y una mayor capacidad para enfrentar situaciones de estrés. Además, nuestro descanso mejorará notablemente.
Dicho esto, podemos decir que la práctica diaria de las técnicas de relajación progresiva son muy beneficiosas para todos.
Si has llegado hasta aquí, probablemente ya estés convencido de la utilidad de la relajación progresiva. Así que vamos a ponernos manos a la obra.
Lo primero que debes hacer es preparar el entorno. Necesitas un lugar tranquilo, bien ventilado y a la temperatura adecuada. Puedes reducir la luz si te resulta más fácil así. Es muy importante que vistas ropa cómoda.
No esperes notar los efectos de la práctica de la relajación progresiva inmediatamente. Estas técnicas necesitan práctica, poco a poco irás notando mayores beneficios. Se recomienda comenzar con 30 o 40 minutos diarios durante las dos primeras semanas. A partir de ahí 10 minutos diarios deberían bastar para mantener los beneficios obtenidos.
Ya hemos hablado de esta popular técnica en otras ocasiones. Se trata de uno de los métodos de relajación más populares actualmente. Fue desarrollada en 1929 y consiste en aprender a tensar y destensar los distintos grupos musculares.
Este método de relajación progresiva se basa en la respuesta del cuerpo humano a las situaciones de estrés. Cuando sufrimos estrés, la musculatura tiende a tensarse. Al practicar la relajación progresiva de forma regular estaremos entrenando a nuestro cuerpo para combatir los síntomas del estrés.
El entrenamiento de la relajación progresiva de Jacobson se ha de llevar a cabo durante un mínimo de siete semanas. Durante este tiempo, aprenderemos a tensar y destensar las distintas partes del cuerpo, simulando las situaciones de estrés. Así, nuestro organismo será capaz de identificar esas señales de estrés cuando se produzcan y contrarrestarlas. Llegará un momento en el que seamos capaces de relajar nuestra musculatura de forma sencilla, sin necesidad de tensarla previamente.
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Me gustaría aplicarlo padezco ansiedad desde hace 10 años quiero dejar de tomar ansiolíticos
Buenos días.
Le animamos a que lo pruebe y nos comente como evoluciona.
Un saludo.