Todos en algún momento hemos sufrido alguna contractura en la espalda. Las contracturas no son otra cosa que mecanismos de protección de nuestro cuerpo. Cuando éste advierte que una región puede estar en peligro, contrae el músculo muy fuerte provocando dolor para que de esta forma no lo muevas.
Cuando sufras una contractura muscular, ya sea en la espalda o cualquier otra parte del cuerpo, lo mejor es movilizar lentamente la zona. Hay que moverse de forma gradual, permitiendo a los músculos «reiniciarse". Es como hacer entender a la musculatura que ya no hay riesgo.
Aún así, siempre es recomendable acudir a un profesional, generalmente un fisioterapeuta, que nos ayudará a recuperarnos antes y nos explicará cómo evitar futuras contracturas.
Nuestro consejo es mantener una vida activa, realizar ejercicio regular y controlado, y disponer del equipo de descanso adecuado.
Cómo evitar una contractura en la espalda
Nuestra columna vertebral es el eje de nuestro cuerpo, la que nos mantiene erguidos y soporta el peso. Por eso es muy importante cuidarla, ya que de lo contrario podemos sufrir dolores que pueden llegar a ser incapacitantes. Debemos por tanto conocer cuáles son los hábitos posturales adecuados para tener una espalda sana.
Los principales motivos de sufrimiento de la espalda son varios:
- Demasiado tiempo en la misma posición.
- Sobreesfuerzos.
- Movimientos brusco o posturas forzadas (que causan contractura en la espalda)
Higiene postural para evitar el dolor de espalda
Organízate
Cuando estés realizando una actividad, ya sea trabajar, cocinas, ver la televisión o cualquier otra cosa, planifica pequeños descansos. Aunque estemos en una posición correcta y cómoda, la musculatura de la espalda se sobrecarga al estar mucho tiempo en la misma posición. Estírate cada cierto tiempo.
También, asegúrate de que el mobiliario y utensilios que estás utilizando están a la altura adecuada. Una silla demasiado alta, o una lámpara mal dirigida también pueden ocasionar dolores de espalda y contracturas.
Al caminar o estar de pie
Si hemos de estar un largo periodo de tiempo de pie, hay que cambiar la postura con frecuencia. Un pie más adelantado que el otro es lo adecuado, e ir cambiando de uno a otro a intervalos regulares.
A la hora de caminar, la espalda y cuello deben ir erguidos pero de manera relajada. Es importante utilizar calzado adecuado, con un tacón bajo entre 2 y 5 centímetros.
Al estar sentado
Es muy importante mantener una posición erguida cuando se está sentado. El peso debe repartirse equitativamente a ambos lados del cuerpo. Los pies deberían estar totalmente apoyados en el suelo y las rodillas formar un ángulo de 90 grados. Si no es así, podemos colocar un pequeño soporte que eleve los pies a la altura adecuada. La columna debe estar apoyada en el respaldo de la silla.
Es muy importante que la mesa de trabajo tenga la altura adecuada para evitar que nos inclinemos demasiado sobre ella.
Para inclinarse
Muchas personas sufren una contractura en la espalda al inclinarse de forma incorrecta. Hay que procurar bajar con la espalda recta, no curvando la columna hacia adelante. Hay que flexionar la rodillas y bajar. Lo mismo ocurre al levantar peso. Hay que doblar las rodillas, no la espalda.
Al descansar
La postura ideal para descansar es aquella que permite que toda la columna se apoye y adopte la posición que tendría al estar de pie. Por supuesto, un buen descanso comienza por el colchón y base adecuados, adaptados al peso, constitución y forma de dormir de los usuarios. En Colchón Exprés podemos ayudarte a encontrar el mejor colchón para cada miembro de la familia.
Ya hemos hablado en otras ocasiones de las mejores posturas para dormir. Por lo general, la mejor posición para la espalda es de costado siempre que se utilice la almohada adecuada. De esta forma mantendremos la columna y la cabeza alineadas, permitiendo a la musculatura relajarse y descansar.