El embarazo es una época bonita, llena de expectativas e ilusiones. Pero también puede traer consigo dificultades para conciliar el sueño. Nauseas, ardor de estómago, calambres, ronquidos… Y si además ya contabas con unos hábitos de descanso incorrectos, estos problemas se verán aumentados. Hoy te traemos algunos consejos para dormir bien durante el embarazo.
Los siguiente consejos están orientados a ayudarte a dormir mejor en el embarazo, aunque son aplicables a cualquier momento de la vida de cualquier persona.
Para dormir mejor se debería eliminar aquellas bebidas que contiene cafeína u otras sustancias excitantes como la teína. Por tanto, lo ideal sería no tomar nada de café, té, refrescos de cola o chocolate desde el mediodía.
Si ingieres mucho líquido antes de ir a dormir, lo más probable es que en mitad de la noche te despiertes para ir al baño. Esto es más acentuado aún en las mujeres embarazadas, ya que la vejiga se encuentra comprimida y tiene menos capacidad. Por tanto, es mejor aumentar la ingesta de líquidos por la mañana e ir disminuyéndola a medida que avanza el día. Eso sí, nunca hay que dejar de beber la cantidad diaria recomendada, se trata de únicamente de regular las horas en que se toma.
Entre los consejos para dormir bien que suelen darse, siempre encontramos este. En el caso de las embarazadas, toma aún mayor importancia. Los órganos internos durante el embarazo se ven desplazados y comprimidos. También le ocurre al estómago, por supuesto, por lo que una comida muy pesada puede resultar incómoda a la hora de dormir. Y si además es picante, seguramente provocará ardor de estómago al permanecer tumbado. La mejor solución para evitar estos problemas, es cenar temprano. Entre una hora y media y dos antes de ir a dormir, habremos dado tiempo al cuerpo a hacer gran parte de la digestión.
Son muchas las mujeres que se levantan con nauseas durante el embarazo. Algunas las sufren los primeros meses, mientras que otras no se libran de esta desagradable sensación durante los 9 meses de gestación. Uno de los trucos más efectivos para evitar ese malestar, es ingerir un pequeño snack antes de dormir que ayudará al estómago a no estar tan vacío.
Durante el embarazo la mujer está más cansada, tiene un mayor gasto energético y necesita recuperar. Esto, sumado a la dificultad de conciliar el sueño durante la noche, hace que sea necesario tomar pequeñas siestas durante el día. No se trata de dormir dos horas después de comer, una pequeña siesta de media hora ayuda a recargar las pilas y a mantener la mente clara y despejada.
Vigila los horarios en los que duermes la siesta, si es demasiado tarde podría despejarte demasiado e impedirte dormir por la noche.
Si bien el embarazo es una época normalmente feliz y llena de ilusión, es inevitable caer en ciertas preocupaciones. Nos inquieta saber si el bebé está bien, si todo es normal, cómo vamos a afrontar la nueva situación… Es difícil dejar la mente en blanco, pero si queremos descansar de forma tranquila, es la única solución. La meditación ayuda mucho en estos casos.
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